"Cuando hablamos de sueños, dudas, deseos o emociones, el subjuntivo nos acompaña. No es solo gramática, es la voz de lo que sentimos y anhelamos. Aquí no tememos equivocarnos: celebramos cada intento, cada hipótesis, cada posibilidad. Porque juntos, aprendemos a decir lo que aún no es… pero podría ser."